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DICCIONARIO DE LA NOVELA DE MACEDONIO FERNÁNDEZ (PIGLIA, RICARDO)
Diccionario que se centra en la red de conjeturas e hipótesis de Macedonio Fernández sobre la teoría del género. Puede usarse como el catálogo que informa sobre los cuadros de una exposición o como el mapa que permite recorrer las galerías del Museo donde Macedonio Fernández expone los objetos imaginarios y los modos de ser de la ficción y de las formas de la novela.

MUSEO DE LA NOVELA DE LA ETERNA (FERNÁNDEZ, MACEDONIO)
La obra de Macedonio Fernández encarna la autonomía de la plena ficción. Su influencia en el joven Borges fue definitiva. Dos intuiciones bastaron: la obsesión por la obra dentro de la propia obra y la concepción onírica de la realidad. Y así comenzó la leyenda de Macedonio Fernández cuya genealogía aún debemos descifrar en Borges. En el " Museo de la Novela de la Eterna " encierra el autor el laberíntico entramado de su formulación estética más rotunda. Novela ajena al concepto de realidad canonizado por la tradición literaria está centrada en la cuestión de la verosimilitud de experiencias mentales confundidas en el texto como un itinerario de digresiones en torno a un único personaje: el lector.

MANERA DE UNA PSIQUE SIN CUERPO (FERNÁNDEZ, MACEDONIO)
Macedonio Fernández, Macedonio para los amigos. ¿Quién es Macedonio ? Algunos quizá creyeron que había sido una creación de Jorge Luis Borges, aunque otros habían leído ya en aquel papel encontrado entre Papeles : «Yo nací en Buenos Aires en 1874. No fue en ese preciso momento, claro, sino cuando J.L.Borges resolvió «citarme» y lo hizo con tan pocas reservas en su elogio que a causa del riesgo terrible al que se exponía con tanta vehemencia yo aparecía, incluso, como el autor de todo lo bueno que él había escrito. En realidad, mi talento es el resultado de la usurpación de su obra y de una confusión con ella». Así pues, Macedonio, «metido el cráneo dentro de un gorro de lana, cubierto por un poncho de vicuña bajo el cual asomaban los bordes de dos o tres sweaters de lana», que «actuaba a la distancia e influía sin hacer acto de presencia, marcó el rumbo de toda una generación intelectual arquetina» y fue «un puro contemplativo que a veces condescendía a escribir y muy contadas a publicar».