Acosada por un sicario de la mafia irlandesa, la eminente doctora Warren acude a los investigadores privados Kenzie y Gennaro en busca de protección. Criados en el barrio obrero de Dorchester, los dos saben perfectamente quién mueve los hilos de los bajos fondos y tal vez les bastará con cobrarse un par de favores. Sin embargo, lo que iba a ser una mera disuasión de hampones se torna en una orgía de asesinatos y de cuerpos mutilados, esparcidos por medio Boston. Las pistas evocan salvajes acontecimientos del pasado, deliberadamente enterrados en la memoria profunda del vecindario. Abatir al asesino será cuestión de vida o muerte para los detectives, pues sus nombres figuran en la lista de las próximas víctimas.