Decepcionado con la teología y la filosofía escolásticas de su época, la lectura del libro de Descartes, El tratado sobre el hombre, fue lo que despertó en Nicolás Malebranche un apasionado interés por el estudio. La claridad del método cartesiano atrajo al pensador parisino y le animó a aplicar en su reflexión la regla de la evidencia: «Sólo la razón debe presidir el juicio de todas las opiniones humanas que no tienen relación con la fe». Fruto esplendoroso de este programa intelectual es su obra más importante: Acerca de la investigación de la verdad, que ve por primera vez la luz en español.