El elevado número de muertes y lesiones en nuestras carreteras es preocupante (102.362 accidentes en 2016 con 1.810 fallecidos y 130.635 heridos). Estas cifras generan alarma y suscitan iniciativas de todo orden para atajar una de las principales causas de mortandad. La presencia del alcohol y/o drogas, especialmente cannabis y cocaína, es la mayor amenaza en la conducción. Seis de cada diez sentencias por delitos contra la seguridad vial son precisamente por conducir tras consumir drogas o alcohol. . La presente obra realiza un estudio minucioso, completo y riguroso de los tres delitos contra la seguridad vial en los que está implicado el alcohol o las drogas: el clásico delito de conducción bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas o bebidas alcohólicas, el delito de conducción etílica y el delito de negativa a someterse a las pruebas de alcoholemia.