Las relaciones inesperadas entre hechos, palabras y experiencias en apariencia del todo desvinculados, el rápido viraje de algo absolutamente cotidiano hacia la más profunda verdad del misterio de la vida de Dios o hacia lo enormemente cómico, constituyen los rasgos más característicos, como hombre y como escritor, del pensamiento y la visión de Léon Bloy. En esta obra, según él mismo expresa, quiere dejar ver "lo que había de deseable y de magnífico en el sufrimiento del más glorioso de todos los mortales".