El libro intenta responder a la pregunta: ¿qué relación existe entre las representaciones de la alteridad, de lo ético y del sentido de la existencia? Apoyándose en una arqueología del modo de representación de la alteridad que estructura el pensamiento colonial y postcolonial en América desde el propio descubrimiento, este libro se propone mostrar la importancia central de la experiencia del estar-con-el-otro para la definición de una ética universalista. En el desarrollo de este programa, que reúne análisis histórico y reflexión crítica, se busca al mismo tiempo abrir nuevas perspectivas para una mejor comprensión de los hechos ocurridos en torno a 1492.