Emily Redgrave no ha vuelto a ser la misma desde que recibió un tiro en su última misión. Sin embargo, está ansiosa por volver a la acción. Su misión: vigilar y proteger a Grant Ashbury, conde de Westfield, un espía con sus propios traumas y a quien sus superiores le han asignado, también, la misión de vigilar y proteger a... Emily. Debilidades potenciales: Emily deberá superar sus miedos y vencer la desenfrenada fuerza magnética que la atrae a Grant.