Desde el principio, la vida está marcada por el amor. Es su origen, su razón de ser y el fin para el que fue creada. En el amor, el ser humano se realiza y alcanza su plenitud. El ser humano nace del amor, vive por el amor, está hecho para el amor. La falta de amor en los primeros años de la vida puede provocar graves trastornos internos, incluso somáticos, muchas veces irreversibles. Y una ausencia total de amor en el primer año de la vida puede ser la causa de la muerte del niño, por más increíbles que pueda parecernos.