Este libro recoge la experiencia de un grupo de alumnos de la UIB que han hecho prácticas solidarias y de aprendizaje en países empobrecidos. Empobrecidos económicamente, matizarían buena parte, si no todos, de los alumnos de la UIB que han participado en este tipo de experiencia. Y es que uno de los descubrimientos más importantes que han hecho ha sido la riqueza de los países y de sus gentes. Y con este descubrimiento han aprendido que los países pobres en realidad son ricos, que sus tierras son fértiles y sus pueblos sabios, pero que, a pesar de eso, muchas personas son analfabetas y no tienen acceso a servicios de salud, gran cantidad de niños y niñas trabajan desde temprana edad... Y, además, estas personas, estos niños y niñas tienen nombre y apellidos y han compartido con nuestros estudiantes historias, sueños y esperanzas personales y colectivas. Y eso, tal como podréis comprobar a lo largo del libro con el testimonio de los que lo escriben, ha cambiado muchas cosas: desde concepciones sobre los países en los que residieron hasta su forma de abordar las relaciones y las experiencias vitales una vez que estuvieron de vuelta.