La obra de Larra se alza hoy, más allá del tópico del héroe romántico, como la voz más auténtica del hombre atrapado por sus contradicciones en una compleja encrucijada histórica, y del escritor que convierte su denuncia en instrumento artistico. Larra creó y desarrolló un lenguaje y unas estructuras artístico literarias que sobreviven al paso del tiempo y a la mitificación de su vida y de su muerte.