Desaliñada y elegante por igual, Atenas es una embriagadora mezcla de historia y vanguardia. La vida social y cultural discurre, sortea e impregna los monumentos antiguos, presididos desde lo alto por la magnífica Acrópolis. La energía fluye en las galerías, los debates políticos y el arte callejero. Descubrirla sobre la marcha recompensará al viajero.