Desde lo que habitualmente se denomina concilio de Jerusalén, reunión de los apóstoles y ancianos, hasta la última reunión de los obispos americanos con Benedicto XVI en Aparecida (Brasil) han transcurrido veinte siglos de reuniones, sínodos y concilios, generalmente de obispos y, a menudo, con la colaboración de sacerdotes y laicos, en los que se tomaba el pulso a la Iglesia, se examinaban las dificultades y se adoptaban preceptos y doctrinas. El cristianismo ha estado dirigido en sus momentos más conflictivos y decisivos de una manera sinodal... A través de las deliberaciones de estas asambleas, el lector será capa z de seguir la evolución de la doctrina y de las costumbres cristianas , de sus preocupaciones y expectativas, y de las sensibilidades cambiantes en función de los tiempos. La obra está ilustrada con numerosos mapas y fotografías de pinturas, mosaicos, relieves, etc.