Puesto el ser humano, puesta la Etica; así podría expresarse el hecho de que la identidad humanamisma es la que conlleva las perspectivas, cuestiones y problemas que solemos recoger bajo el nombre de «Etica». dicha identidad es sutil y potente, en cuanto a que no somos ni individuos aislados ni puros apéndices de un colectivo sino—a la vez— socialmente individuales e individualmente sociales, es decir, personas.