Frente a los grandes avances en la terapéutica de las últimas tres décadas, las complicaciones infecciosas son causas frecuentes de morbilidad y, con frecuencia, vienen a sustituir a la enfermedad primaria como causa de muerte. Conviene, no obstante, analizar los avances en el campo quirúrgico, entre los que se citan, por ejemplo, unas pautas quimioterápicas efectivas en aproximadamente el 50% de los cánceres, transplantes de órganos, riñón, édula, corazón, pulmón e hígado operativos y la aparición de una tecnología terapéutica sofisticada como la hemodiálisis, la nutrición parental, etc.