Los cambios en los hábitos alimentarios de los últimos años están causando estragos en la salud de la población. El hecho de vivir en una sociedad avanzada ya no es garantía de alimentación saludable. Las pautas nutricionales poco saludables afectan ya a todos. El funcionamiento de nuestra sociedad parece que no deja tiempo para cultivar una buena educación nutricional. Fenómenos como la obesidad infantil se extienden por todos los países del primer mundo como si de una epidemia se tratara. El consumo de alimentos muy procesados y con compuestos con muy bajo valor nutricional se ha despertado de forma alarmante. Cada vez es menos habitual que toda la familia se reúna tranquilamente en la mesa.