En nuestra sociedad de mercado, desencantada y anoréxica de ideales y de espiritualidad, es difícil ver algo más que dinero, beneficios y satisfacción de intereses individuales en la vida económica, las empresas y los mercados. Con este panorama, ¿queda espacio para la gratuidad, las «vocaciones» o las motivaciones intrínsecas? Este libro es un intento de dar una respuesta positiva a esta pregunta. Si los seres humanos buscamos la felicidad más allá de los bienes económicos y de la renta, los carismas son esenciales, pues no hay alegría sin gratuidad ni gratuidad sin carismas.