La bisexualidad es con toda seguridad la «sigla» más invisibilizada dentro de los colectivos y movimientos LGTB —lesbianas, gais, trans y bisexuales—, aun siendo probablemente la mayoría cuantitativa. El hecho de que su existencia misma sea objeto de debate es la prueba más palpable de que a las diferentes organizaciones activistas les queda trabajo por hacer en este sentido. Esta invisibilidad, junto a otras formas de violencia física o simbólica, es estudiada y combatida bajo un nombre: bifobia, discriminación o bifobia hacia las personas bisexuales.