Simón era el típico abuelo que al menor descuido te soltaba mil batallitas... pero las suyas eran de las de verdad. Ya de niño le entró la manía de liberar a cualquiera que se le pusiera por delante. Empezó abriendo las jaulas de los pájaros y no se quedó tranquilo hasta liberar a su país, Venezuela, luego a los países que le pillaban a la vuelta de la esquina, y luego... ¡tiempo le faltó para liberar a un continente entero!