Cabo Verde es un archipiélago africano atractivo, acogedor y aún bastante virgen, lleno de contrastes. Desde Praia, la más urbana ciudad del archipiélago, hasta los pequeños pueblos de agricultores y pescadores, el viajero puede deleitarse con las extensas playas de arena blanca y de aguas cristalinas, y con espectaculares acantilados o cimas y volcanes que dibujan la orografía de la tierra. Lo más genuino del país lo podemos descubrir en los mercados, en las fiestas populares, en el ritmo de los bailes como el batuque o el funaná y en el sonido nostálgico de mornas y coladeiras. Y para digerir todo esto, qué mejor que saborear la deliciosa y típica cachupa.