En 1971, Alfonso, estudiante de medicina en Zaragoza, decide peregrinar a Santiago de Compostela a raíz de un artículo publicado en el Heraldo de Aragón con motivo del Año Santo. Viaja a Roncesvalles, desde donde inicia un periplo de veintiséis días irrepetibles.El conocimiento de aquella España rural, la entrañable amistad que nace con uno de los escasos peregrinos que encuentra y los larguísimos días de soledad vividos, quedarán grabados en su memoria de una manera determinante.Treinta y siete años después, decide repetir la experiencia en compañía de Nieves, a la que conoció a la vuelta de su ya lejana aventura, y al cabo de un año, con la perspectiva que da el paso del tiempo, decide escribir un pequeño libro en el que relata y compara las experiencias de ambos viajes. No estamos ante una guía; aunque resulten inevitables las alusiones al patrimonio histórico -cultural del Camino; estamos ante un libro que habla de reflexiones, emociones y recuerdos, así como de la profunda simbiosis que se establece entre el caminante y el camino. ¿Qué hay detrás del caminar? Quizás la vida misma. Creo que a las gentes que han vivido el Camino les permitirá revivir entrañables momentos; a los que no lo han hecho, ójala que les sirva de acicate para llevar a cabo tan magnífica experiencia