Repentinamente, Ingrid Betancourt, quien estuvo cautiva en la selva colombiana durante más de cinco años, da señales de vida: en una larga carta a su madre Yolanda y a su familia, escrita de un plumazo, les recuerda que son ellos los que la mantienen con la cabeza fuera del agua, los que no la dejan ahogarse en el olvido, la nada y la desesperanza. Su mensaje, presentado aquí por sus hijos, es una vibrante declaración de amor así como una apología de la libertad a la altura de los grandes textos de la Historia. En respuesta, su hija, Mélanie, quien suscita opiniones y moviliza gobernantes desde los 16 años para salvar a su madre, junto con su hermano Lorenzo, le envían un profundo y estremecedor mensaje. Estas dos cartas escritas desde el infierno apuntan directo al corazón y resumen todo el dolor y toda la grandeza del ser humano. En esta edición se incluye un prólogo de Élie Wiesel, Premio Nobel de la Paz, y una lista de los rehenes que estuvieron en manos de las FARC. Ingrid Betancourt fue secuestrada por las FARC el 23 de febrero de 2002 mientras hacía campaña para las elecciones presidenciales. Betancourt fue liberada en julio de 2008.