Economía de la agricultura



FOOD WARS . CRISIS ALIMENTARIA Y POLÍTICAS DE AJUSTE ESTRUCTURAL (WALDEN, BELLO)
La oleada de protestas que recorrió los países del Sur contra la subida vertiginosa del precio de los alimentos durante los años 2006-2008 dio visibilidad a un fenómeno que hacía años que se venía incubando y que no ha hecho más que agravarse en los últimos años: el de la escasez y encarecimiento de alimentos. El endeudamiento en el que habían incurrido muchos países del Sur Global les había impedido defenderse de las políticas de ajuste estructural impuestas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que habían supuesto la supresión de las ayudas a la agricultura local, el recorte salvaje de todo el ámbito público (salud, educación...), la sustitución de la agricultura tradicional por la agricultura industrial para la exportación y la apertura incondicional de fronteras a inversiones y productos exteriores. Estas políticas nefastas no sólo no sirvieron para pagar la deuda, sino que han destrozado las estructuras económicas locales y han sumido en el hambre y la miseria a Estados antaño exportadores de alimentos, y ahora obligados a endeudarse aún más con la importación de alimentos. Por otro lado, el previsible agotamiento de los combustibles fósiles ha llevado a las grandes potencias a apostar por la producción de agrocombustibles como alternativa, lo que está provocando una sustitución masiva de tierras de cultivo de alimentos por tierras dedicadas a cultivos energéticos, además de la roturación de ingentes masas de bosques vírgenes para este fin. Esto ha causado una fuerte presión sobre los precios de los alimentos, que se ha visto agravada por un nuevo fenómeno: la crisis de las hipotecas basura, que ha provocado que los especuladores financieros privados y públicos hayan encontrado nuevos valores refugio en la especulación con los alimentos y el acaparamiento de tierras. Las experiencias que el activista e investigador Walden Bello analiza en su libro (México, África, las Filipinas y China) son muy ilustrativas del desarrollo de una crisis alimentaria (ecológica y humanitaria) que se ve agravada por nuevos frentes en una «guerra por los alimentos» que no parece conocer límites. «Los argumentos fundamentados éticamente de Walden Bello en favor de la soberanía alimentaria, la desglobalización y que se escuche al campesinado son una lectura indispensable», Annette Desmarais, La Vía Campesina.

LA NUEVA POLÍTICA AGRARIA DE LA UNIÓN EUROPEA (LAMO DE ESPINOSA, JAIME)
Con 140 millones de hectáreas de superficie agrícola, cerca de 8 millones explotaciones y casi 8 millones de activos, la producción agraria final de la Unión Europea supera los 206.000 millones de ECUs y representa el 80% de su territorio. Unas cifras que marcan la política agrícola común (PAC), la primera política plenamente comunitarizada de Europa. No podían faltar, pues, problemas, dificultades y contradicciones, que han afectado de modo especial a la Europa mediterránea. El profesor Lamo de Espinosa ha logrado explicar en estas páginas de modo sencillo en qué consiste la política agraria comunitaria, cuál ha sido y sigue siendo su historia y cuáles son sus logros, sus errores y sus retos de cara al futuro.

¡MOVIMIENTOS ALIMENTARIOS UNIDOS! . ESTRATEGIAS PARA TRANSFORMAR NUESTROS SISTEMAS ALIMENTARIOS
El modelo alimentario corporativo, que actualmente domina los sistemas alimentarios del planeta, es ambientalmente destructivo, financieramente volátil y socialmente injusto. Su responsabilidad fundamental en la crisis alimentaria global está bien documentada. Tristemente, las soluciones que proponen gobiernos e instituciones internacionales son un llamamiento a continuar y recrudecer el modelo, a impulsar nuevas o viejas tecnologías destructivas, a desarrollar aún más el mercado global y a mantener el poder de las corporaciones sin ningún tipo de regulación. Es decir, todos los elementos que caracterizaron y caracterizan la crisis alimentaria mundial. Necesitamos visualizar y crear soluciones reales, propuestas por las personas más afectadas por la pobreza y el hambre que produce el régimen alimentario corporativo. Este libro más que una crítica es una ventana al pensamiento y a la acción de los movimientos sociales que luchan para que los sistemas alimentarios sean controlados democráticamente. Trata del surgimiento de alianzas para la transformación de nuestros sistemas alimentarios. ¿Cómo podemos convertir el movimiento de consumidores y productores por una alimentación sana y producida y distribuida de forma equitativa y sostenible en una fuerza política transformadora? ¿Qué podemos hacer para que no sea una moda pasajera, o se contente solo con algunas reformas débiles o como un conjunto de proyectos de alimentación y agricultura aislados? Las y los activistas agrícolas, alimentarios y laborales que han aportado sus textos representan un amplio y diverso espectro de las luchas que se están desarrollando a lo largo y ancho del planeta. Sus reflexiones son adecuadas para diseñar el camino para recuperar nuestro derecho a una alimentación sana y suficiente, y a su control. Es decir, para defender nuestra soberanía alimentaria.