Ficción y temas afines



DIARIO DE UN CURA RURAL (BERNANOS, GEORGES)
Diario de un cura rural no es -o, al menos, no sólo- una novela sobre el sacerdocio, sino una obra sobre la fe y sobre la Iglesia. Encerrado en su «mediocridad», el joven cura de Ambricourt no se siente capaz de oponerse al mal que ve en sí mismo y en los demás. Pero descubrirá que la grandeza de la Iglesia no depende de la brillantez de sus miembros, sino del triunfo del Resucitado que se refleja en los suyos, los más débiles, los pequeños como él, y que sólo quienes tienen la sencillez que da el espíritu de infancia pueden reconocer. En ésta una novela sobre la Gracia, que se impone al estupor y el rechazo del protagonista y que convierte su miseria y su incapacidad en camino para una salvacion que es de otro mundo. Y es una novela sobre la Iglesia, cuyo rostro resplandece a la luz de la Gracia.

INTRAMUROS (MERINO SÁNCHEZ, JOSÉ MARÍA )
Con peculiar estructura novelesca y el aliento de un largo poema, Intramvros es un cuento de cuentos que describe un viaje de retorno a los espacios personales y colectivos del niño que fue el propio José María Merino en la ciudad de León, durante los año

EL IMPULSO (FORD MADOX FORD)
«El impulso» es la historia de un suicidio y una sustitución. Henry Martin, un prototipo de su época, la de la Gran Depresión, cansado y vencido, acaricia la idea de morir, aunque la reflexión le lleva a querer ser otro, el despreocupado Hugh Monckton, un personaje al que le hubiese gustado parecerse.Ford Madox Ford, en una carta que escribe a Erza Pound en 1933, declara que «El impulso» es «el texto más próximo a mi proyecto literario de cuantos he escrito en años, y en él he superado mis propios límites».Ford Madox Ford (1873-1939) es uno de los escritores británicos más importantes de este siglo. Discípulo y colaborador de Joseph Conrad, fundó The English Review, donde colaboraban Thomas Hardy, Henry James, D.H. Lawrence y Erza Pound entre otros. «El impulso», junto a «El buen soldado» es considerado uno de los modelos de la prosa de este siglo y un clásico de la literatura universal contemporánea.

CONTRASOMBRAS (FRAILE, MEDARDO)
El título de este libro, Contrasombras, puede rastrearse ya en algunos títulos de Medardo Fraile, Cuentos con algún amor, A la luz cambian las cosas o Cuentos de verdad, con los relatos que tienden siempre a acrecentar en el lector la comprensión y el amor, la luz y la verdad, sin caer en ternezas ni homilías, con originalidad, humor y tramas sutilísimas que nos dejan un poso de insatisfacción y belleza, de algo todavía inalcanzado que está cerca y sería humanamente posible con un esfuerzo unísono de nuestra voluntad. En prólogos a varios libros suyos, Medardo Fraile ha escrito que "el cuento no es necesariamente risueño, pero guarda siempre algo de risa, aunque sea dentro de una lágrima. Si no existiera Dios, habría que inventar un dios para los cuentos, porque son creyentes. El cuento -que nos hace meditar con suavidad y nos muestra el mundo como desde una vidriera policromada- camina con soltura por el corazón y la metafísica" (Cuentos con algún amor). "Las personas todas están propicias a realizar, en común, un cuento. Pero nunca pasa. Si alguien le diera al conmutador, ¡qué cambio tan sencillo y tan profundo!" (A la luz cambian las cosas). "Si algo seguro caracteriza a los cuentos de hoy es su pluralidad, su identidad con el hombre y los hechos de la calle, su aire 'corriente'. Digámoslo: su verdad. Sin olvidarnos de que, trascendida, la verdad tiene su expresión máxima en el amor. Los cuentos se acercan hoy, más que a la 'historia', a la confidencia fugaz, angustiosa o ilusionada, al 'timo' de la entrega, al ser del hombre, al último reducto humano de esperanza o protesta, a la euforia o frustración colectiva, al momento raro pero real, a la soledad pensante al servicio de todos. No ayudan a soñar, sino a realizar. Puede que, para algunos, tengan mala cabeza. Pero tienen buen corazón. Por eso quizá no acaban del todo; porque no acaban cuando acaba el cuento, sino cuando acaba el hombre." (Cuentos de verdad). En Contrasombras, con diversos tonos y técnicas, las palabras oponen luz de choque a las fuerzas negativas de nuestra sociedad complacida e inmersa en su acefalia.

GRANDES ESPERANZAS (CHARLES DICKENS)
Pip, un niño huérfano y medroso, tiene un terrorífico encuentro con un preso evadido al que se ve obligado a procurar víveres y una lima. Poco después, es llamado a la tenebrosa mansión de una rica y recluida dama como compañero de juegos de una niña seca, hermosa y altiva. Allí el huérfano aprende que sus manos son bastas y sus botas demasiado gruesas. Poco después un protector secreto hará de él un caballero. Se trata de la penúltima creación del autor y sin duda una de sus obras maestras. Charles Dickens (1812-1870). Fue corresponsal parlamentario del Morning Chronicle. Sus artículos, luego recogidos en "Bosquejos de Boz" (1836-1837), tuvieron un gran éxito y, con la aparición en esos mismos años de "Los papeles póstumos del club Pickwick", Dickens se convirtío en un auténtico fenómeno editorial. Con "Dombey e hijo" (1846-1848) y "David Copperfield" (1849-1850) inicia su época de madurez novelística.

GENTE QUE VINO A MI BODA (PUÉRTOLAS, SOLEDAD)
Con este nuevo libro, tras su extraordinaria novela "Una vida inesperada", Soledad Puértolas confirma su firme vocación de escritora de relatos, su obsesión por fijar fragmentos de realidad, de historias, fragmentos que, en sí mismos, crean un mundo pleno y sugerente. Personajes huidizos que repentinamente acaparan el primer plano para decirnos alguna verdad, alguna duda, conviven en este volumen con personajes que recuerdan, reflexionan y tratan de buscar ese delgadísimo hilo que ha ido recorriendo los días tan diversos de sus vidas. Búsquedas de verdades, de dudas, de unidad, búsquedas que casi no pueden formularse. Una sensación de irrealidad irrumpe de pronto en la vida cotidiana y la transforma, lo conocido se hace desconocido, lo desconocido se hace extraordinario. Inmersos en estas sensaciones, envueltos en la vida siempre fantasmagórica, muchos de estos personajes, tanto hombres como mujeres, parecen empeñados en construir, en perseguir, una identidad, un amor, la identidad de los otros. Desde el adulto que recuerda, entre nostálgico e irónico, a un amigo de juventud, y que nos hace revivir sensaciones casi adolescentes, a la mujer que se niega a dormir para que la vida no se le escape, los diferentes personajes que desfilan por estas páginas miran de golpe al fondo de los ojos del lector en busca de cierta complicidad o cierto apoyo, o sólo para comunicar su conmoción. El último de los relatos, que da título al volumen, es casi una novela corta y va desgranando, a través de la memoria de una mujer que cose en un rincón del cuarto, la sensación de transitoriedad y de permanente azar que nos proporciona la vida. Porque nada es definitivo, nada se ha cerrado del todo. Desde el rincón de la costura, se rememora, se espera, se actúa.

EL INCA (ALBERTO VÁZQUEZ-FIGUEROA)
El Imperio incaico, sin lugar a dudas el más poderoso de la historia de América y uno de los más sólidos y longevos del mundo, hundía sus raíces en la firme creencia de que el Inca reinante descendía directamente del Sol, por lo que por sus venas corría sangre divina. La pureza de dicha sangre se mantenía gracias a la unión entre hermanos de padre y madre, los únicos que podían engendrar a un nuevo Emperador, que a su vez habría de casarse con su propia hermana. De este modo, la dinastía se mantenía inalterable a través de los siglos y ningún advenedizo podía soñar siquiera con aspirar jamás al trono. Pero semejante grado de consanguinidad acarreaba graves problemas de descendencia: ponían en franco peligro la continuidad de un sistema social que, privado de su columna vertebral -la supuesta divinidad de sus gobernantes-, se situaba, demasiado a menudo, al borde del caos y la destrucción. Con dichos ingredientes, y gracias a su perfecto conocimiento de la historia incaica, su pueblo y sus paisajes, Alberto Vázquez-Figueroa ha escrito una apasionante novela llena de ternura, tensión y aventuras que nos permite adentrarnos en un universo singular del que lo desconocíamos casi todo.