Guerras napoleónicas



DE LA GUERRA (NAPOLEÓN)
Aislado en Santa Elena, Napoleón se planteó reescribir un gran tratado estratégico en el cual iba a desvelar los secretos de su genio. Pero renunció a él, dejando para la posteridad fragmentos dispersos. Bruno Colson ha recogido el guante y ha reunido, en primer lugar, todos los escritos existentes del Águila: su numerosa correspondencia, las confesiones orales recogidas por sus cronistas y documentos inéditos extraídos de los archivos. A continuación ha puesto en orden ese rico material siguiendo el plan escogido por Clausewitz en su famoso tratado De la guerra, inspirado de principio a fin en la epopeya imperial. El resultado desvela, como nunca se había hecho hasta ahora, el pensamiento y la acción de aquel a quien Clausewitz calificó como el «dios de la guerra». Una obra imprescindible para cualquiera que aspire a entender la guerra moderna.

LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA (GONZÁLEZ CLAVERO, MARIANO)
La Revolución Francesa dio lugar a un ciclo de cambios y transformaciones que afectaron a toda Europa. En España, las ambiciones imperiales de Napoleón Bonaparte sumergieron al país en un conflicto bélico, la guerra de la Independencia. En este libro se expone de manera clara y amena el desarrollo del conflicto, con cuadros explicativos de los principales personajes y acontecimientos, así como sus consecuencias para la España del XIX.

MEMORIAS DEL GENERAL THIÉBAULT EN ESPAÑA (1801-1812) (THIEBAULT, PAUL-CHARLES-FRANÇOIS)
AQUEL GENERAL al que inmortalizaría en cierto modo A. Dumas no se recató a la hora de contar sus hazañas o su capacidad de abnegación. Suficientemente lúcido para no olvidar su condición de invasor, no podía por menos de reconocer que «la mayoría de los habitantes» se alegraría de su marcha. Pero a él parecía con¬vencerle la estima de las minorías: las autoridades civiles y eclesiásticas que por la tarde del día 31 le habían dado muestras de afecto. Al alba del día siguiente, esta contraposición de masas y élites se desvanece cuando afirma que «algunos miles de personas» –en una ciudad que podría estar en torno a los 12.000 habitantes– le es¬peraban para decirle adiós. Con seguridad Thiébault exageró la densidad humana de la despedida, sobre todo si reparamos en la circunstancia de que ocurrió en una madrugada de invierno, y también al decir que la población salmantina le «demos¬traba gran consideración». (De la Presentación de Ricardo Robledo) «Pero por muy doloroso y muy humillante que sea este recuerdo, es necesario de¬cirlo; cuando la victoria estaba asegurada, cuando sólo quedaba rematar la derrota del enemigo, cuando las tropas, exaltadas en extremo por la habilidad de la orga¬nización, por el resultado de las cargas admirables, anhelaban luchar, deseosos de rivalizar en prodigios, algunos generales franceses se negaron a combatir. Como consecuencia de esta inconcebible rebelión, que el mariscal Masséna no tuvo la energía de castigar con un tiro en la cabeza a uno de los generales que discutían su autoridad, y por fin a consecuencia de esta constante fortuna que ha hecho del du¬que de Wellington un héroe y, a los ojos de algunos necios, un gran hombre, nues¬tras tropas se detuvieron a las puertas del éxito y retrocedieron ante la victoria.» «Aparte de algunas bandas de guerrilleros de los que España no acaba de estar completamente limpia y que justificaban la ocupación extranjera, el país estaba en calma y yo pensaba en hacer venir a mi mujer. El ejemplo de muchos franceses, incluso de los que vivían en Madrid, y el pensamiento de que estaría en Burgos durante mucho tiempo me determinaron a ello; pero para hacer la estancia a mi querida Zozotte menos triste, decoré a la francesa y con chimeneas un hermoso apartamento en el Espolón, enfrente de la tumba que había erigido a El Cid; trans¬formé en jardincillo inglés una especie de lodazal que se encontraba detrás de la casa; en el jardín hice construir una casita cuyo frontispicio estaba formado por siete hermosos troncos con su corteza y en cuyas puntas se encontraban en fachada las siete letras del nombre de Zozotte.» (De las Memorias)

LOS VOLUNTARIOS DE CÁDIZ (1808-1814) (GONZÁLEZ DE LA FLOR, HELIOS)
El presente trabajo redescubre la influencia, el poder y la importancia de las milicias voluntarias gaditanas en el contexto de la Guerra de la Independencia. El ensayo está dividido en cuatro capítulos donde el autor desentraña, por un lado, la respuesta del pueblo gaditano en torno a las noticias de la guerra, la preparación del municipio para la contienda y las estrategias defensivas seguidas por las autoridades. En segundo lugar, la temática de este bloque está focalizada en la definición, el origen, el alistamiento a través de los grupos gremiales y la composición de las fuerzas voluntarias autodefensivas dentro de un marco general. Asimismo, como tercer epígrafe, el dedicado al grupo líder de la autodefensa gaditana como fueron los Voluntarios Distinguidos de Cádiz; relatando los aspectos esenciales de su reglamentación, los cuadros de mando, la vida diaria, la implicación en el motín de 1809, la relación con las Cortes, el compromiso político y los hechos de armas más notorios. Por último, analiza la cuestión voluntaria desde el prisma que aporta otros grupos civicomilitares con menor repercusión, pero de igual importancia en la vida social y cotidiana del Cádiz sitiado. Grupos como la Milicia Urbana, Artilleros Provinciales de Galicia y Brigadas Regulares de Honor constituyen el suplemento necesario del esfuerzo gaditano en la guerra contra Napoleón.

EL EJÉRCITO ESPAÑOL DE JOSÉ NAPOLEÓN . 1808-1813 (SORANDO MUZÁS, LUIS)
"En Francia creen que los regimientos españoles son un fermento de rebeldes y un gran gasto, pero todo gobernante necesita una fuerza..." Así justificaba el ministro Azanza la creación de un ejército para José I, sin duda el más desconocido de todos cuantos participaron no solo en nuestra Guerra de la Independencia, sino en el conjunto de las Guerras Napoleónicas. El ejército español de José Napoleón (1808-1813) es el primer estudio riguroso sobre el mismo, fruto de más de 25 años de investigación y estudio en archivos y colecciones de dentro y fuera de nuestro país que han permitido a su autor, Luis Sorando Muzás, reconstruir los historiales, uniformes y banderas de sus olvidadas unidades, así como las biografías de muchos de sus hombres, víctimas de la desconfianza por parte de sus aliados franceses al tiempo que odiados y despreciados por sus compatriotas españoles, que les tildaban de jurados y renegados. Y así, pese a las continuas deserciones y reorganizaciones, y no siempre con el beneplácito del emperador, el pequeño Ejército español de José Napoleón fue tomando forma, constituido por numerosas unidades: Guardia Real, infantería española, regimientos extranjeros, cazadores, lanceros y húsares de caballería, gendarmería, guías, miñones, cazadores de montaña, milicias urbanas, etc. cuya organización, composición y uniformes serán estudiados en los distintos capítulos de esta obra, ampliamente ilustrada con fotografías de piezas inéditas y decenas de ilustraciones a color a cargo de prestigiosos artistas de talla internacional, como Dionisio Cueto, José G. Morán, Massimo Fiorentino, Patrie Courcelle o Augusto Ferrer-Dalmau.

EL VIAJE A ORIENTE DEL GENERAL PRIM (PRIM Y PRATS, JUAN)

En 1870, en la calle del Turco de Madrid asesinaron al general Juan Prim y Prats, presidente del gobierno español tras la revolución de 1868. Irónicamente, casi veinte años antes, el conde de Reus había dado precisamente en Turquía un paso importante en el camino que le llevó hasta la cúspide del poder. Durante 1853 y 1854, por encargo del gobierno de turno, Prim asistió a las primeras operaciones de la Guerra de Crimea, el principal conflicto armado que tuvo lugar en Europa desde el final de las guerras napoleónicas hasta la Primera Guerra Mundial. Acompañado de oficiales de su confianza, pero también de un grupo variopinto de militares extranjeros, aventureros y excéntricos, Prim recorrió la parte de la Turquía europea correspondiente a la actual Bulgaria, donde, extralimitándose de sus funciones, asesoró al general otomano Omer-Bajá en algunas operaciones que tuvieron lugar en el frente del Danubio, lo que le valió la felicitación del sultán Abdul-Mejid. A su regreso a España, Prim publicaría una Memoria del viaje militar a Oriente que quedó prácticamente inédita. En este libro se ofrece una reedición de la misma, revisada y anotada, junto con el atlas cartográfico que debía haberla acompañado y de los relatos inéditos de dos comisionados extranjeros que trabaron estrecha relación con Prim, el militar inglés Godfrey Rhodes y el escritor, aventurero y revolucionario polaco Karol Edmund Choieçki (Charles Edmond). Todo ello, precedido por una completa introducción sobre el orientalismo militar español y la trayectoria internacional de Prim, permitirá a los lectores adentrarse en un episodio mal conocido y sin embargo muy representativo de la azarosa vida del general de Reus, cuando se cumple el bicentenario de su nacimiento. La edición ha sido realizada por Francisco Javier Martínez Antonio, quien ya ha publicado en esta misma colección Intimidades de Marruecos. Miradas y reflexiones de médicos españoles sobre la realidad marroquí a finales del siglo XIX y Viajes por Marruecos de Joaquín Gatell (el caíd Ismail).