La liturgia nos habla de la Cuaresma como de un «tiempo favorable», un tiempo de bendición y de gracia, un tiempo de conversión. La celebración eucarística dominical es el corazón de la Cuaresma. Las lecturas de los domingos dan color a la semana y orientan la reflexión, la oración y la catequesis cuaresmal. Estas celebraciones dominicales aquí recogidas han nacido en el calor de una comunidad parroquialrural, fuertemente preocupada por celebrar bien, y pueden servir de guía para otras comunidades, para comunidades que no tienen oportunidad de celebración eucarística por falta de presbítero.