Un hombre cuyos espejos adelantan, un niño que dibuja las figuras de quienes han de morir próximamente, el filósofo Baruch Spinoza embelesado ante la belleza de uno de sus aprendices, una ciudad cuyos habitantes optan de repente por el suicidio colectivo y espontáneo. Éstas son algunas de las historias que conviven entre las páginas de Ceremonias de interior.