El presente trabajo trata de llenar un hueco, el vacío de la comunidad filosófica española ante uno de los filósofos franceses más importantes del siglo XX: Gaston Bachelard (1884-1962). El olvido puede ser ignorancia, desconocimiento, o por el contrario puede ser consciente e intencionado. Ante lo primero mostraremos algunas de las aportaciones más significativas y destacadas de Bachelard que consideramos no han perdido su vigencia y pueden servir para entender algunos fenómenos contemporáneos. Nos estamos refiriendo no solo a cuestiones de filosofía de la ciencia como son el estatuto del conocimiento científico, la relación entre teoría y experiencia, los artefactos técnicos, la relación entre filosofía de la ciencia e historia de la ciencia o la ciencia como institución social, sino también a la reflexión sobre la imagen, la imaginación y lo imaginario, y la consideración de la ensoñación como el estado creador por excelencia.Ante lo segundo, un olvido intencionado, poco podemos decir. En último extremo cada uno decide a la hora de exponer claramente sus fuentes o de señalar los textos de referencia utilizados.De todos modos, nos parece pertinente ejercer con Bachelard lo que él mismo propuso; nuestro trabajo no ha consistido tanto en interpretar a Bachelard cuanto en descubrir a Bachelard, haciendo nuestra su afirmación de El Racionalismo aplicado, «descubrir es la única manera activa de conocer». Consideramos que esta máxima puede servirnos de brújula para adentrarnos en el pensamiento de uno de los filósofos más relevantes del siglo XX. Trataremos, pues, de descubrir qué respuestas ofrece Bachelard a los problemas filosóficos planteados por la filosofía contemporánea en relación a los tres ejes sobre los que se construye su obra: la ciencia, la imaginación y la ensoñación.