Novedoso libro sobre la figura de Clara de Asís, en primer lugar porque no ha sido un historiador quien lo ha elaborado sino una comisión de Hermanas Clarisas, bien preparadas para el trabajo que han asumido, que viven con ilusión la vocación de la que consideran madre suya y que es, a la vez, su propia vocación. Es una obra extensa, precisa y convincente, fruto de un trabajo minucioso y paciente, de reflexión y confrontación, de intuiciones acertadas y de una familiaridad muy notable con la Regla y con Clara. Sus propias hijas conducen al lector en un recorrido histórico, riguroso y apasionante, desde que Clara se encuentra con Francisco hasta la aprobación de la Regla. Fue para Clara un momento decisivo el del encuentro con Francisco. la marcó y la orientó definitivamente. Ella y sus hermanas se vieron, sin embargo, obligadas a compaginar la vocación franciscana y las normas emanadas de la Curia Romana: Honorio III, Gregorio IX, Inocencio IV, Alejandro IV, Urbano IV. No fueron siempre fáciles las relaciones con la Orden de los Hermanos Menores. En esa situación, en que mantuvieron su fidelidad al impulso primero, fue fraguándose en la comunidad de San Damián y en otras comunidades afines a la voluntad de ser lo que creían que Dios les pedía en el seno de la Iglesia. Fruto de este tesón y del deseo de ser Iglesia, fue la forma de vida que Clara redactó para ella y sus hermanas. Fue "una vida que tomó forma".