A lo largo de una serie de conversaciones, los autores se preguntan qué puede significar la fe para la vida, qué futuro tienen los jóvenes en la Iglesia y qué tiene que cambiar para que el cristianismo en cuanto tal tenga futuro. Las preguntas de los jóvenes son punto de partida para reflexiones de carácter fundamental. ¿Es sólo oscuro el futuro? ¿Dónde se perciben franjas luminosas en el horizonte? ¿Qué diría hoy Jesús? Jerusalén es un lugar especial, un lugar que confronta con la dura realidad, pero también un lugar inspirador de sueños. Los "Coloquios nocturnos en Jerusalén" sondean tanto las dudas como las esperanzas. De el los también ha surgido un libro fascinantemente personal, un libro que responde a la pregunta por el camino del cristianismo en un futuro humano y que encara sin tabúes la cuestión de la fe en una ya saturada sociedad del bienestar. "La Iglesia necesita reformas internas. La fuerza de renovación tiene que venir desde dentro. No sólo el individuo, sino también la comunidad, la Iglesia local puede hacer ejercicios espirituales, arrojar una mirada retrospectiva a su camino, ver lo que se ha logrado, considerar los pecados. Puede meditar el camino de Jesús y dejarse llevar por él, dejarse plasmar por su muerte y resurrección. De allí resulta la capacidad de futuro y de allí proviene también la respuesta a la pregunta acerca de cómo y dónde se nos necesita en el mundo, en dónde quiere Jesús que lo sirvamos".