Los poderes dominantes en el mundo han puesto en marcha complejos planes, y todo su poder y capacidad, para difamar al Islam y presentarlo como algo hostil, violento e irracional. La carta de ayatolá Jameneí, dirigida a todos los Jóvenes de Europa y Norteamérica a finales de enero de 2015, ha supuesto un punto de inflexión frente a esta conspiración, que podría transformar esa vasta y compleja amenaza islamófoba en una oportunidad para la reflexión y el descubrimiento de la verdad.