Un sutil juego de estrategias y venganzas mutuas entre dos amigos íntimos conduce a la muerte de un prestigioso poeta en el marco de los cursos de verano de una pequeña ciudad de provincias. Con la estructura de secuencias cinematográficas, como un puzle, y con un perfilado conjunto de personajes y lugares muy diversos, la novela sorprende por el mecanismo psicológico del crimen. Un lenguaje duro, descarnado a veces, pero no exento de lirismo en ocasiones, refuerza la escritura narrativa.