Los problemas de la piel se tratan hoy en día como si estuvieran separados del resto de los acontecimientos corporales, psicológicos y espirituales. Con las manchas en la cara o el eccema en el brazo, el cuerpo «sólo» quiere hacer visible que en el fondo de esa persona algo fundamental no va bien o que está sufriendo por culpa de sus condiciones de vida desequilibradas. Así que no debemos confundir causa y efecto. Pero es evidente que en la medicina académica estas conexiones e interrelaciones todavía son ampliamente ignoradas. En su práctica médica y científica, el Doctor Strehlow ha seguido durante décadas las indicaciones y consejos de la santa, comprobando la eficacia de sus diagnósticos y terapéuticas.