Esta obra se dirige a un público amplio, no especialista, y por eso su contenido y tono quieren ser "pastorales"; el objetivo es que sirva como una buena herramienta para cualquier ámbito de la pastoral (clases, conferencias, catequesis, homilías...). Se recogen cerca de 200 vocablos de la Biblia, que son explicados cada uno en sí mismo pero que continuamente refieren a otras palabras; de esta manera, el estudio se desarrolla "por red" o "por ventanas". En la exposición de cada voz, primero aparece el Antiguo Testamento y luego el Nuevo, y se hace bien por bloques temáticos (profetas, sapienciales, evangelios, etc.), bien por libros.