La presente obra ofrece un análisis detallado del proceso de orientación de las derechas españolas (CEDA, monárquicos alfonsinos y carlistas y fascistas) hacia el uso sistemático de la violencia con fines políticos, que fue uno de los factores clave que condujeron a la Guerra Civil. La contrarrevolución comenzó a tomar consistencia cuando, en sus múltiples discursos, logró identificar a la República con la revolución. La actitud de los propios republicanos, tildando de revolucionario su proyecto político, alimentó la confusión y la polarización que precipitó la deriva radical de las derechas, que desde época muy temprana comenzaron a elaborar repertorios de confrontación de creciente violencia, como el golpismo, el insurreccionalismo o la paramilitarización.