Las reflexiones aquí recogidas están más bien relacionadas con la ausencia de simetría en el mundo que nos rodea. La asimetría es un fenómeno observable a nivel cotidiano desde que nos levantamos y nos miramos en el espejo. Nuestro cuerpo externamente es claramente asimétrico, y esta característica se pone de manifiesto fácilmente si tomamos una foto y realizamos un reflejo de la mitad de nuestra cara en el otro lado. Tras este tipo de reflexión se obtiene un rostro simétrico, que corresponde a una persona diferente de la que vemos frente a nosotros en el espejo. En el interior de nuestro cuerpo la asimetría todavía es más patente.