Todo el mundo sabía que tenía que pasar, pero nadie lo esperaba. No todavía. No de este modo. Pero es en los claroscuros que surgen los monstruos. Nada es más terrible que aquello desconocido, oculto y sin forma. Y a la vez, como saben bien todos los grandes maestros del terror, nada nos atrae con tanta fuerza. Por eso es por lo que sentimos la imperiosa necesidad de explicarnos el movimiento 15-M. Necesitamos etiquetar, clasificar en alguna de las categorías familiares todo aquello que ha pasado en los meses que van de abril a junio del 2011.