A diferencia de los vampiros y los zombis, los fantasmas son más bien tímidos y poco comunicativos. Solo unos pocos se muestran absolutamente hostiles. Se les ha visto traspasando muros sólidos y aunque sus apariciones no suelen sobrepasar unos segundos, tienden a volver casi siempre al mismo sitio y a la misma hora. Esta es una antología de los mejores cuentos de fantasmas en una nueva traducción, ilustrados, con notas y apéndice de Vicente Muñoz Puelles.