Los trece cuentos que presentamos constituyen solo una pequeña muestra de lo que el acervo popular asturiano generó en tiempos pasados. Recogidos por estudiosos y folcloristas a finales del siglo pasado y comienzos del presente, quedaron como memoria viva de prácticas sociales rurales (como los filandones) hoy ya desaparecidas. Así, los cuentos tradicionales, perdida su base social, reflejan, de una manera quizás anacrónica para la mentalidad moderna, los miedos y pavores, tanto como el humor y las rencillas sociales, de nuestros antepasados más recientes. Provenientes todos ellos de la antología de Constantino Cabal, han sido «recontados», por así decir, con un estilo más actual y menos dado a los lirismos campestres y pastoriles decimonónicos.