Este libro acomete un estudio riguroso y documentado de la situación de la enseñanza en España en el primer tercio del siglo XX, visto a través de lo que acontecía en la provincia de Segovia entre 1900 y 1931. Un periodo con una situación de partida ensombrecida por nubarrones como las altísimas tasas de analfabetismo, la carencia de escuelas, la escasez de maestros, la mala formación de éstos, los recursos casi inexistentes, la inasistencia escolar, y un largo etcétera, en el que, sin embargo, hubo maestros con un gran nivel de conciencia que trabajaron para llevar al pueblo una formación más democrática, sacándole del atraso cultural en que se encontraba, que se organizaron y aprovecharon algunas reformas estructurales para prender una luz que contribuyó al resplandor que para la educación supuso el advenimiento de la II República.