Lo que ofrece este texto es una lectura, una interpretación de una obra de arquitectura; en particular, la de un autor —el Pabellón representativo que el arquitecto Mies van der Rohe proyectó y construyó para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929—, y de esta manera también de la arquitectura en general e incluso de la arquitectura como pensamiento, desde, como ahora se anuncia, la deconstrucción y, si es que así puede decirse, desde la deconstrucción derridiana.