Este libro expone ideas claras para comprender las necesidades educativas de los niños sordos, pero también su potencial de desarrollo. Hay valiosas sugerencias para la práctica profesional reflexiva, aplicables en cualquier situación. Es una invitación a la reflexión personal y compartida con otros para quienes buscan, haciendo camino al andar, dar respuesta sonora (es decir, significativa) al silencio del niño sordo.