El progreso está llegando al pueblo de don Camilo y del alcalde Peppone. A la iglesia de nuestro peculiar y ortodoxo párroco acude don Chichí, un sacerdote que pretende modernizarlo con las nuevas ideas del Concilio Vaticano II; también hay nuevos aires en el ayuntamiento donde un grupo maoísta se enfrenta al estalinismo irredento de Peppone y los suyos.