Jean Canavaggio traza en esta obra un perfil novedoso del Quijote para demostrar su influencia universal a través de sus incontables versiones en diferentes soportes: teatro, ópera, ballet, música, cine, televisión. También analiza los motivos por los que la parábola épica más leída en el mundo se ha convertido en referencia incontestable de la novela moderna, y en qué medida Dickens, Dostoievski, Flaubert, Kafka y Melville son deudores de Don Quijote.