Poema dramático en tres actos pensado para niños de infantil y primeros ciclos de primaria. Una niña malcriada y exigente, hija de una familia con posibles, cansada de probar todas las extravagancias gastronómicas del mercado se empeña en querer desayunar con las tostadas mermelada de dragón. Los padres no sabiendo imponérsele ponen precio a las cabezas de unos dragones que viven tranquilos y felices en una cueva no lejana a la ciudad. Los caza recompensas capturan a un buen número de dragones, todos los que vivían en la cueva, excepto el rey Dragundio que estaba ocupado en el baño en el momento del secuestro masivo. Dragundio es un monarca justo, noble y cariñoso pero un poquitín cobarde por eso se debate entre salir a buscar a todos sus súbditos o morirse de pena allí mismo por falta de valor para emprender la búsqueda, pero Dragundio no está completamente solo: en el fondo de la caverna unos huevos que había puesto la dragona Madreselva empiezan a abrirse, saliendo a la vida seis dragoncillos que confunden al rey con su madre. Ellos instan a Dragundio a salir a buscar a su madre y los demás dragones a quienes encuentran prisioneros en unas cárceles mientras en el pueblo se celebra una verbena para celebrar que dos cocineros famosísimos de Paris y de Calcuta van a inventar juntos, a instancia de los millonarios padres de la niña malcriada, la famosa mermelada de dragón. Los pequeñajos comandados por el rey Dragundio, enfurecen al ver enrejados a su madre y demás amigos y empiezan a echar fuego formándose una espesa nube de humo que permite la liberación.