Si las fantasías mediterráneas del viajero incluyen días cálidos junto a aguas zafiro a la sombra de viejas ciudades amuralladas, Dalmacia es ideal para hacerlas realidad. Su fabulosa costa salpicada de islas, con escarpadas montañas como telón de fondo, está delimitada por dos de las ciudades más fascinantes de Croacia: Dubrovnik al sur y Split al norte.