La presente investigación estudia, desde la perspectiva feminista, las prácticas asociativas y militantes de las refugiadas colombianas asentadas en España, que se caracterizan por un intenso activismo en favor de sus derechos. Aunque el drama del exilio es un elemento que atraviesa sus trayectorias vitales, ellas son un ejemplo de resistencia basado en el apoyo mutuo. Del análisis de su presencia en el espacio público, salen a la luz las dinámicas creativas que promueven y los efectos amplificadores de su activismo. Dicho activismo ocupa un lugar central en sus vidas, convirtiéndose en agentes activos en la ampliación de las libertades en los diferentes territorios por los que transitan. Sus discursos destilan un sentido de pertenencia en proceso, complejo e híbrido, y sus iniciativas de incidencia política contribuyen a que las personas autóctonas se planteen nuevas preguntas y redescubran y comprendan la complejidad de la sociedad global en la que habitamos.