Pedro Sánchez Falconete, sin lugar a dudas fue el arquitecto sevillano más importante de segundo tercio del siglo XVII, y uno de los más representativos de toda la centuria. Su amplia labor de tracista y constructor fue el resultado de su actividad como maestro mayor de la Catedral, Arzobispado, Ciudad y Lonja, desde donde ejerció un verdadero liderazgo sobre la arquitectura sevillana de su época, a la que hizo avanzar desde el tardomanierismo de sus años iniciales a las formas del pleno barroco de fines del Seiscientos.