Søren Kierkegaard siempre tuvo clara conciencia de ser un escritor religioso o, más específicamente, cristiano. Entendió que su misión consistía en escribir al servicio del cristianismo. Toda su obra, más allá de las distintas interpretaciones que pueda suscitar, se relaciona íntegramente con el cristianismo y con la voluntad de comprender qué significa ser cristiano en el mundo. Para el escritor danés, la fe cristiana es un milagro, es la presencia de lo eterno en el tiempo, pero también una tarea que exige un modo de vida en la persona que recibe la llamada de Dios. Francesc Torralba no sólo recoge en este libro los momentos más importantes de la vida de Kierkegaard, filósofo que forma parte del Siglo de Oro danés, sino que también profundiza en los aspectos esenciales de su espiritualidad y comenta sus obras más destacadas.