La Iglesia vivió, durante el siglo XIX, una nueva situación. Tras la caída de la Monarquía Absoluta y la llegada de la sociedad liberal, en ese nuevo régimen la Iglesia tuvo que adaptarse. No fue fácil. Hubo posturas encontradas. Unos buscaron nuevas formas de presencia en esa sociedad que parecía hostil. Otros, en cambio, promovieron la confrontación, incluso con las armas. En esta época, Ciriaco María Sancha desarrolló su labor. Primero como sacerdote en Cuba. Después como obispo, primero auxiliar de Toledo, después en Ávila, Madrid, Valencia y, por último, en Toledo. Siempre vivió como discípulo de Cristo, en fidelidad al Papa, y luchando por la independencia y libertad de la Iglesia, incluso con la cárcel. Esta biografía quiere explicar todo esto. Y lo hace en su contexto eclesial, político y social, sin el cual no se entiende la forma de ser y hacer del hoy Beato Ciriaco María Sancha.