Siguen las aventuras de Artemis Fowl. Espero, humano, que con solo oír mi nombre un escalofrío recorra tu cuerpo. Si no, pregúntales a las Criaturas mágicas o a las que viven en el Ártico quién soy; seguramente formo parte de sus pesadillas mástemidas, y eso a mí me gusta. Sepas que yo pienso, y Mayordomo actúa. Fui el primer humano que se enfrentó a los seres subterráneos y conseguí lo que quería: oro y algún secreto más. Ahora todo parece volver a la normalidad: he rescatado a mi padre y mi madre está empeñada en que seamos una familia normal. Me queda poco tiempo para mi última maniobra... No sé si ni siquiera te mereces saber cuál es: pero, bueno, hoy me siento especialmente generoso, así que te adelanto que voy a chantajear a un magnate de la tecnología dela comunicación con un invento -mío, evidentemente--: el cubo B. Y, ahora, ¿a qué esperas para empezar a leer?